El Debate



Alternativas. Desengancharse del PVC

El PVC juega con ventaja

La enorme utilización del PVC en la actualidad se debe en gran medida a su bajo coste. Estos precios no incluyen los costes de la degradación ambiental generada por este plástico, que pagamos todos los ciudadanos en lugar de los responsables de contaminar, y colocan a los productores de materiales alternativos más naturales en una situación competitiva desfavorable.

Lo barato sale caro

Aunque el PVC pueda resultar, en el momento de su adquisición, más barato que las alternativas más ecológicas, en realidad, debido a sus peores prestaciones, lo barato nos puede salir muy caro.

Por ejemplo, en el caso de las tuberias de PVC para conducir aguas residuales, cuyo precio es de un 20% a un 30% inferior al de otros materiales alternativos, como hierro galvanizado, cerámica o polietileno. Sin embargo, en trabajos subterráneos, el coste del material de la tubería tiene poca importancia comparado con el coste total de la instalación (excavación, extensión de conductos, relleno, fortificació). Además el PVC es más susceptible de sufrir roturas que el resto de materiales posibles. Su vida media real es de 10 a 15 años frente a los más de 100 años de duración de los materiales tradicionales.

Lo mismo sucede con los perfiles de persianas y ventanas, que en lugar de los 50 años de vida media prometidos por los fabricantes, duran no más de 15 años, debido a las condiciones climáticas desfavorables a que se ven sometidos en España y a que no pueden ser arreglados ni reparados.

De cualquier manera, un aumento en la demanda de materiales alternativos al PVC, se reflejaría inmediatamente en una disminución de la diferencia de precios. Empezar a sustituir el PVC en todas sus aplicaciones es el mejor método para quitar argumentos a los que piensan que el precio es lo único a tener en cuenta.

Alternativas



Las alternativas expuestas son una visión muy limitada de todas las posibilidades existentes. La imaginación y el diseño pueden sustituir la necesidad de muchos de los productos aquí expuestos.

Cuando se menciona la madera como material alternativo, se hace referencia a la madera de especies arbóreas obtenidas localmente mediante sistemas de gestión forestal respetuosos con el medio ambiente (pino, encina, castaño, nogal, roble...) y siempre que se utilicen, para tratar y conservar la madera, ceras, pinturas o barnices no contaminantes.


La industria del PVC contraataca

Cuando políticos y multinacionales adoptan la forma del discurso ecologista pero no sus contenidos ni sus principios, utilizándolo para defenderse de la creciente concienciacion medioambiental de la sociedad, que les identifica como los principales responsables de la destrucción del entorno natural, entonces nace la estrategia del lavado de imagen (término acuñado por GREENPEACE durante la pasada Conferencia de Rio de Janeiro).

No hace falta más que abrir un periódico, encender la televisión o poner la radio, para encontrarse con coches amigos de los bosques, sprays que cuidan la capa de ozono, compañías petroleras que miman las aguas, las tierras y los cielos...

Lógicamente, una industria tan contaminante y agresora del medio natural como la del PVC también necesita proyectar una imagen de preocupación y respeto por el medio ambiente que se aproveche de la desinformación y neutralice las cada vez más extendidas objecciones al uso de este plástico. Y esto aunque haga falta recurrir a campañas publicitarias millonarias, en las que se manipula y deforma la información, cuando no se miente con descaro.

En una de las muchas campañas de relaciones públicas lanzadas por los industriales del PVC podemos leer las siguientes afirmaciones:


El estado del asunto

A escala internacional, las campañas por la prohibición y eliminación de este contaminante material están consiguiendo éxitos importantes. Estos son los ejemplos más significativos:

España. Todo por hacer

En contraste con los resultados a nivel europeo, la situaciín en España no da lugar más que a la preocupación. Se han producido algunas leves avances:

Sin embargo, en España no existe una verdadera sensibilidad pública de la nocividad potencial de los productos de PVC. Mientras que en Europa se tiende a ocultar qué productos contienen esta sustancia, aquí sigue habiendo rótulos de droguerías y almacenes de construcción ofreciendo materiales de PVC. "Si el PVC fuese tan malo, la gente no lo compraría" o la referencia sobre "el control que lleva la Administración", son los latiguillos más usados por quienes siguen defendiendo la necesidad del PVC.

Estos son algunos de los síntomas que nos indican que en España queda todavía mucho trabajo por hacer si queremos vivir sin estar rodeados de este veneno medioambiental:


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