Políticas de residuos hasta hoy
La eliminación de las sustancias contaminantes sólo
es posible actuando en el origen del proceso de producción; una
vez generadas, es demasiado tarde.
Barry Commoner, En paz con el planeta (1990).
Las políticas de residuos desarrolladas en los paises más
industrializados han evolucionado en los últimos 30 años
según avanzaban los conocimientos científicos y la
concienciación ciudadana en temas de medio ambiente. Estas
poíticas siempre han sido respuestas a una pregunta mal
planteada:
¿Qué hacemos con los residuos?
El entorno como caja sin fondo: dispersión y
dilución
En un principio, las soluciones a este problema fueron la simple y
llana DISPERSIÓN y DILUCIÓN
de los residuos en el medio ambiente, política basada en una
supuesta capacidad infinita del entorno para asimilar cualquier tipo
de contaminante.
Gestión de los residuos
Al comenzar a aparecer los problemas de espacio y tener conocimiento
de las características persistentes, bioacumulativas y
tóxicas de los componentes de los residuos, se empieza
a considerar la necesidad de controlar los contaminantes aplicando
métodos de "Final de Tubería" (filtros, depuradoras,
vertederos) y métodos de
tratamiento de residuos
(incineradoras, tratamientos
fíisico-químicos). Esta tendencia, que se articula a
través
de programas de gestión de residuos, se basa en el
llamado principio de asimilación:
... el medio ambiente tiene capacidad para asimilar una
cantidad determinada de contaminantes sin que se produzcan
efectos negativos sobre el mismo...
Esta cantidad "aceptable" es fijada según los conocimientos
científicos disponibles sobre sus efectos. Por tanto, una
determinada sustancia sólo es regulada o prohibida
cuando se demuestren plenamente y sin lugar a duda sus efectos
negativos. Es decir, se le concede el beneficio de la
duda al contaminador en lugar de al medio ambiente.
Pero, a pesar de la aplicación de costosos, complejos
y tecnológicamente avanzados programas de gestión,
en los últimos años el incremento de la carga de
contaminantes ha producido una degradación del entorno
sin precedentes. El fracaso de los programas de gestión
se debe, fundamentalmente, a las siguientes causas:
- Responden a una visión parcial del problema
No tienen en cuenta que la generación de residuos va
acompañada de emisiones de sustancias tóxicas a todos
los medios, exposición de los trabajadores, contaminación
de los bienes de consumo...
- No tienen en cuenta la complejidad de la composición
de las emisiones de las industrias
- Sólo unas decenas de contaminantes están regulados
por las normativas. Otros cientos de sustancias son ignoradas.
- La información sobre persistencia, bioacumulación
y toxicidad de los contaminantes en el medio ambiente es muy
limitada.
- Se desconocen por completo los efectos sobre el medio
ambiente de mezclas de sustancias.
- Trasladan los contaminantes de un medio a otro
No pueden evitar que más tarde o más temprano lleguen
al medio ambiente. Un metal pesado presente en unas aguas residuales
quedará
en los filtros de la depuradora, convirtiéndose en un
contaminante sólido. Si éste filtro se incinera, una
parte se emitiráa por la chimenea convirtiéndose
en un contaminante atmosférico. Algunos métodos de
tratamiento, como la incineración, generan nuevos
contaminantes que son incluso más tóxicos que
los residuos que tratan.
Otro aspecto preocupante que se observa en esta manera de
enfrentarse al problema de los residuos es el espíritu
mercantilista que las impregna. Los residuos, ya sean tóxicos
o no, son considerados como mercancias cuya gestión y tratamiento
genera grandes beneficios. Las empresas pagan a los gestores para librarse
de sus residuos y de la responsabilidad asociada a su generación.
Así, el tráfico
de residuos pasa a ser una actividad lícita. Ante la inoperancia de
los sistemas de gestión para eliminar los
contaminantes, los
paises con legislaciones ambientales más estrictas, como
Alemania, se convierten en grandes exportadores de residuos.
La Prevención es la única respuesta aceptable
Las posturas anteriores consideran inevitable bajo cualquier
punto de vista la generación de residuos pese a la adopción
de medidas correctoras en las industrias cada vez más estrictas.
La Prevención, niega esa inevitabilidad y replantea la pregunta
de la que parte toda política de residuos. Ya no será
¿Qué hacemos con los residuos? sino:
¿Qué podemos hacer para no generar residuos?
Así pues, la prevención se contrapone
a la gestión y tratamiento no sólo
conceptualmente, también en la práctica.
"Una buena idea que elimina la generación de un residuo
llega demasiado tarde si la incineradora para quemar ese residuo ya
ha sido construida."
Esta frase de Dan Steinmayer, directivo de la multinacional química
Monsanto, resume el antagonismo entre prevención y gestión.
El establecimiento de tasas y sanciones económicas cada
vez más elevadas para las industrias generadoras de residuos
no están consiguiendo convencer a éstas de que apliquen
tecnologís limpias. Según el informe del
MOPTMA "Medio Ambiente en España 1992" la tendencia de
recaudación por el cobro del canon de vertido es descendente desde
1989. A pesar de que el número de expedientes sancionadores
abiertos aumenta, la industria y los ayuntamientos pagan cada vez menos
y siguen virtiendo residuos tóxicos a los ríos.
La construcción de nuevas instalaciones
de tratamiento de residuos es la mejor garantía que tiene la
industria actual para seguir usando procesos y tecnologías
contaminantes y generadoras de grandes cantidades de residuos.
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