10 razones 10 para cerrar las centrales nucleares
I. Contaminación radioactiva cotidiana
Incluso si pudieran funcionar sin accidentes ni incidentes de ningún tipo,
cualquier central nuclear emite isótopos radioactivos tanto a la atmosfera
como al caudal de agua que la refrigera. Y todas las actividades relacionadas
con el ciclo de la industria nuclear, desde la minería al reactor y las
plantas de reprocesamiento, generan importantes
dosis de contaminación radioactiva.
II. Residuos
El uso de la fisión nuclear como combustible para la generación
térmica de electricidad produce una gran cantidad de desechos radioactivos
(una central de 1000 MW genera anualmente unas 25 toneladas de material
irradiado, entre ellas 200 kg. de plutonio), cuya radioactividad decaerá
considerablemente sólo después de varios siglos si no milenios,
con la gravísima hipoteca que esto supone para las generaciones
venideras. Cuarenta años después del nacimiento de este fuente
de energía, el problema sigue irresuelto.
III. Riesgos
La peligrosidad de la industria nuclear, y la estrecha unión que
siempre ha tenido con los usos militares (con unos kilogramos de plutonio
es relativamente fácil fabricar una bomba de 20 a 30 megatones),
la convierten en una actividad de altísimo riesgo, incluso en el
utópico supuesto de un funcionamiento tecnológicamente perfecto.
Todo el entorno en el que se ubican se ve directamente afectado por las
consecuencias que podrían derivarse tanto de un desastre natural
(seísmos, por ejemplo) como de un acto deliberado de sabotaje o
destrucción de carácter bélico o golpista.
IV. Proliferación de armamento nuclear
La actividad de la industria nuclear ha alimentado y facilitado la proliferación
horizontal (entre países) y vertical (dentro de cada país)
de armas nucleares, suministrando uranio o plutonio fisionables recuperados
en las plantas de reprocesamiento a los ejércitos de diversos estados.
Un ejemplo: en la planta de reprocesamiento de Marcoule (Francia), y en
virtud de un antiguo acuerdo Franco-De Gaulle, se ha venido reprocesando
rutinariamente el combustible nuclear gastado de la central Vandellos I.
Parte de lo obtenido ha sido desviado al programa de armamento nuclear
francés.
V. Accidentes
A los riesgos inherentes al funcionamiento normal de la industria nuclear
se añaden los que se derivan de cualquier error, fallo o imprevisto
de carácter mecánico o humano. Los promotores de la industria
nuclear pretendieron hace años que ésta podría reducir
tales avatares hasta valores despreciables. Treinta años de historia
han demostrado cuan absurda era aquella presunción. Los costes económicos
de la catástrofe de Chernobil son todavía incalculables,
aunque algunas fuentes oficiales han hablado de cifras -50 BILLONES de
pesetas- superiores a las del PIB del estado español. Causó
la muerte inmediata de 31 personas, medio millón de madres y niños
tuvieron que ser evacuados, la contaminación obligó a abandonar
dos ciudades industriales, deberá restringirse el acceso a una zona
de 30 km. alrededor de la central durante un tiempo indefinido, más
de 100.000 personas han tenido que emigrar definitivamente, una cuarta
parte de la superficie cultivada de Bielorrusia quedará improductiva
durante más de medio siglo, un millón de personas han quedado
afectadas por radiaciones de alto nivel, el número probable de cánceres
inducidos se calcula según algunos científicos en MEDIO MILLÓN...
VI. Duración de las centrales
Las propias centrales nucleares se convertirán
en inmensos residuos una vez agotada su vida útil, de veinte a treinta
años.
VII. El uranio es un recurso limitado
La generación nuclear de electricidad tiene los años contados
porque las reservas mundiales aprovechables de uranio son muy limitadas.
VIII. Negocio ruinoso
La generación nuclear de electricidad es un negocio ruinoso una
vez tenidas en cuenta las exigencias de seguridad en las centrales nucleares,
la gestión de los residuos y la realización de previsiones
realistas de la demanda de energía electrica. En España,
la deuda heredada por el sector nuclear se cifra en alrededor de 4'5 billones
de pesetas. En EE.UU., desde 1978 no ha habido ningún nuevo encargo
y se han cancelado más de 100 reactores cuya construcción
estaba en marcha.
IX. Existen alternativas
La renuncia a utilizar la fisión nuclear como fuente de energía
es económicamente viable si nos encaminamos hacia otro modelo energético
basado en la EFICIENCIA, el AHORRO y la DIVERSIFICACIÓN de las fuentes
de energía. Hoy en día, a pesar de la liliputiense atención
de los estados en relación a su interés social y ecológico,
ya es posible sustituir una central nuclear de 1000 MW por paneles solares,
o por cogeneradores de gas, o un mejor aislamiento térmico, o por
equipamientos más eficientes, que permitan ahorrar 10 KW en 100000
edificios, o 2 KW en medio millón... La protección desmedida
que los estados otorgan a los intereses de las compañias eléctricas,
y su desatención de otras alternativas, es la unica razón
de que se prolongue la vigencia de un modelo caduco que permite a unos
pocos obtener grandes beneficios a costa de grandes perjuicios para la
sociedad y grandes daños a la Naturaleza.
X. Energía antidemocrática
La imposición de la opción energética nuclear ha sido
desde el comienzo una historia antidemocrática. Los peligros y los
costes que esta opción ha comportado nunca habrían sido refrendados
por la mayoría de los ciudadanos y ciudadanas si se les hubiera
consultado directamente después de un debate libre y transparente.
Las implicaciones militares, el gigantismo y la centralización han
determinado que la forma habitual de actuar haya sido, por lo general,
el SECRETISMO y la MANIPULACIÓN. En cambio, las decisiones de rechazar
y abandonar la generación nuclear de electricidad han sido siempre
profundamente democráticas, basadas en el ejercicio real de la soberanía
popular, y a menudo con la participación directa de los ciudadanos,
tras un amplio y transparente debate nacional. Los referendos de Austria
en 1978 e Italia en 1987 son buen ejemplo de ello.
Extraído de Diez razones para vivir sin nucleares,
editado por la Comisión Promotora de la Iniciativa Popular Antinuclear
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Última actualización: 8 de Agosto de 1.997